- Quinten Hermans gana la tercera etapa enun sprint muy ajustado
- Primoz Roglic sigue líder de la clasificación general
- Se mantienen las diferencias en la general entre los favoritos
Ezpeleta amanecía con un sol radiante y con los mejores ciclistas del mundo por sus calles. La pequeña localidad de Iparralde ha acogido la salida de la tercera etapa con final en Altsasu. La etapa de hoy, con 190 kilómetros, es la más larga de esta edición. Los ciclistas tendrían que superar esa distancia y los 6 puertos de montaña puntuables de la jornada.
Tras la salida hubo muchos intentos de escapada, se trataba de una etapa interesante para la lucha por el maillot de la montaña. Tras coronar Otxondo, se formó una escapada de 3 corredores: Louis Meintjes (121, IWA), Quinten Hermans (202 , ADC) y Filippo Conca (233, Q36). El Euskaltel-Euskadi no estaba contento con esa fuga y puso a su equipo a trabajar para neutralizar a los fugados. Finalmente, el equipo naranja, consiguió cazar al terceto de cabeza. La primera hora de carrera se corrió a 45,2km/h de media, muy rápido. Finalmente, Tom Paquot (124, IWA), Alan Jousseaume (145, TEN), Eric Fagundez (226, BBH) y James Fouche (176, EUS) formaría la escapada del día.
El Bora-Hansgrohe controlaba la distancia dejando un margen de 3’30’’ como máximo. El primer paso por el Altsasu, con sprint intermedio, lo disputó tímidamente la fuga. Una vez pasó por ahí el pelotón, a falta de 59 kilómetros para la meta, subió el ritmo con los equipos UAE Team Emirates, Ineos Grenadiers y Bora-Hansgrohe. Los tres equipos querían neutralizar la escapada. En pocos kilómetros bajaron la distancia a 45’’.
Iban a llegar los kilómetros más críticos de la etapa, con carreteras estrechas, sube y bajas y las dos últimas subidas del día. Ineos Grenadiers se lanzaba cuesta abajo para forzar al pelotón y colocar a sus corredores en la zona delantera. La diferencia bajaba con los escapados a 15”. A falta de 42 kilómetros para meta la escapada fue neutralizada pero el ritmo de carrera no se paraba. Todos los equipos de los líderes seguían intentando liderar el pelotón, sabían que el final de la etapa iba a ser complicado. Había mucho estrés en el grupo y se produjo una caída en una de las curvas entrando a Olaberria en la que se vio implicado el líder de la carrera, Primoz Roglic (31, BOH). Pudo reanudar la marcha, pero perdía más de 2’ minutos con el pelotón. Enseguida se ordenó el equipo Bora-Hansgrohe para acompañar a Roglic hacia adelante. El pelotón seguía su marcha hacia la meta.
El Bora-Hansgrohe ni Roglic se daban por vencidos y redujeron la ventaja a 55’’ a falta de 28 kilómetros para meta. Gran trabajo del equipo. A falta de 25 kilómetros, el líder de la carrera volvió al pelotón. El puerto de Lizarrusti y el ritmo alto del Ineos Grenadiers reduciría el grupo principal de corredores. El maillot de la montaña estaba en juego y Louis Meintjes subía el ritmo para coronar el solitario y sumar más puntos en la clasificación de la montaña.
Los últimos kilómetros fueron de infarto incluso con varias caídas, incluída la de Juan Ayuso. Finalmente, Quinten Hermans del Alpecin-Deceuninck se llevó la victoria en un apretado sprint.
